A través del tiempo los estudiantes han cambiado y, sin duda, la influencia de los avances tecnológicos ha hecho que llegue a nuestras aulas otro tipo de alumnos que nos sorprenden, con características diferentes. No obstante, a lo largo de su carrera se van transformando y potencializando lo que los identifica.
Los docentes de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Sergio Arboleda al iniciar el segundo semestre del 2010, describieron a sus estudiantes de hoy. Las principales características descritas son las siguientes:
* Multiculturales, creativos, curiosos, prácticos, facilistas, multitareas, multifuncionales, proactivos, visuales, multipropósito, digitales, innovadores, inteligentes, relajados, dispersos, participativos.
* Tiene para ellos gran importancia pertenecer a redes sociales y disfrutar juegos.
* Pertenecen a la generación que les permite adaptarse e integrarse a las nuevas tecnologías, prácticamente estas son inherentes a ellos.
* Se inclinan por los medios digitales, donde los sistemas de información son su mejor herramienta.
* No conocen toda la información pero saben dónde encontrarla por medio de las TIC.
* Algunos no leen ni escriben de forma tradicional, captan rápidamente la información, la procesan y toman la que necesitan para ser los profesionales exitosos que sueñan ser.
* Aprecian los aportes de sus docentes, toman posiciones, los cuestionan y dicen lo que piensan de forma directa.
Los estudiantes de hoy tienen estas y otras características más, pero algunos de ellos no las explotan ó, en algunos casos, la tecnología los ayuda a copiar y no a analizar toda la información a la que tienen acceso.
Se dispersan y a veces no utilizan la tecnología adecuadamente por que están desorientados. Le dedican poco tiempo a sus estudios, todo lo tienen a la mano y lo ven todo muy fácil, realizan sus trabajos con el mínimo esfuerzo, sin disciplina y se han acostumbrado a escribir como las palabras suenan, abreviando sin importar la ortografía.
Utilizan poco las fuentes bibliográficas tradicionales, no les gusta y les cuesta trabajo escribir y producir un texto.
Se han vuelto esclavos de la tecnología, necesitan estar conectados todo el tiempo, olvidando interactuar con su entorno.